La siguiente reseña de PET - Capítulo 4 contiene spoiler, si ya viste el capítulo por favor sigue leyendo, sino puedes verlo en cualquiera de las plataformas y regresar. Aviso, esta serie tiene contenido psicológico que podría derretir tu psique... que lo disfrutes.
“Seremos tu y yo desde ahora… Las recompensas no vienen gratis”.
La memoria siempre será selectiva, nos hará recordar algunas cosas más que otras, pero se dice que al no rememorar todos los hechos en concreto y con claridad, rellenamos aquellos vacíos por medio de inferencias. Pero está claro que sí evocamos algo, es porque aquello nos interesa, es de valor o nos ha marcado de alguna manera, sea para bien o para mal, al final es siempre una consolidación. Aquel hipocampo caballito de mar de nuestro cerebro, conserva nuestros recuerdos de largo plazo en aquel inmenso océano.
Iniciamos el capítulo cuatro con lo que sería una revelación, una sacudida del pasado de Sotaru y que en aquellas memorias, podríamos tener la justificación de lo que fue y ahora es aquel niño dotado, aquel joven PET tomado por Hayashi y corrompido por Katsuragi. Algunas historias que veremos serán conmovedoras o alarmantes, pero está tiene algo en especial, pues alguien que lo perdió todo a causa de aquella agencia, también adquirió más de lo que creía gracias a esta, o quizás a aquel hombre que entendió la mente desorientada de un generador de imágenes como Satoru. Entre todo este orden de ideas, la muerte de los padres de Satoru a petición de ella altos mandos y la manipulación de los recuerdos de su abuela, queda algo en tela de juicio ¿El padre de Satoru vio o supo algo más allá de lo que no debía? ¿O será a causa de su hijo su arreglada muerte?
Resumamos lo visto, aquella escena en la que Katsuragi se cree mejor que Hayashi, lo humilla por la manera en la que vive, a la vez que augura su fin. Pero aquí es donde todo cambia de color, Tsukasa hace un claro señalamiento a lo que realmente sucede en el interior de Katsuragi, aquellas dudas de ¿Por qué huyó? ¿Por qué regresó? ¿Está aquí para escapar con Satoru? Aquellos cuestionamientos son lanzados como agujas por Tsukasa, su tono de voz cambia, su mirada se vuelve más agresiva, a la vez esté deja muy en alto quien está a cargo, quien tiene el poder para actuar, mientras se asegura que Katsuragi sepa que él no es nada, es solo un mensajero, es sólo quien hace las jugadas sucias.
Satoru no entiende mucho de lo que pasa a su alrededor, aún cuando tiene el conocimiento de muchas cosas y el entrenamiento de Hayashi, así que en situaciones difíciles y algo incómodas, el pone en marcha lo aprendido, como manipular mentes para crear una cadena de conexión, algo que lo lleve de un lugar a otro para obtener una respuesta. En estos momentos y sabiendo que como PET él es vigilado, decide utilizar un vigía, una paloma mensajera y no oídos, para plegarse a ella y obtener más información.
Todos van tras de Hayashi utilizando vigías como aliados en está cacería, Tsukasa se plega al mensajero, Hayashi al nuevo gerente del edificio que antes era vigía de Katsuragi y Satoru a la mucama, pero este juego siempre estuvo planeado y detectado por Hayashi, quien realiza el primer movimiento acercándose a su antiguo compañero y colega tabaquero Katsuragi. Las historias son varias y las conexiones son hilos rojos no precisamente de amor, si no de la trágica labor que deben realizar, el pasado y el futuro que los conecta, esto sería como hablar de que Hiroki pasa un mal momento por tener un negocio que va a pique, no tener la compañía de Tsukasa le perturba y la tranquilidad que deseaba al retirarse de aquel trabajo no ha llegado. Mientras Satoru ignorante de todo lo que pasa, decide visitar y ayudar a su antiguo compañero Hiroki, pero solo ha logrado encontrar a alguien decepcionado de su vida y sus planes.
Una tienda con pocos clientes y nada de ventas, su vendedor en apuros emocionales por no tener a Tsukasa cerca y un amigo que llega en mal momento, podría decirse que las cosas pasan por algo y el destino lo tenemos asegurado, ya que Hiroki siente frustración por no saber manejar la vida sin la compañía de quién brindó su pico para él, Satoru por falta de libertad a utilizado los vigías para ver a quienes considera más allegados, pero no es el único momento imprevisto de aquel día. Hayashi se transforma en lo más traumático para Katsuragi, un gato y con ello pretende emprender la búsqueda y huida con Satoru. A lo que nos lleva esto a conocer varias declaraciones, como la de Hiroki y su problema con la cerradura en su memoria, una abertura emocional que cada vez es más inestable, ya que con cada ingreso a los picos y valles de otras personas, el adopta alguna emoción y su interior comienza a tener alteraciones, como la de tener una tienda de peces legal, solo porque es parecido al sueño de Kenji.
Hiroki descubre que no es el único con problemas emocionales a causa de extrañar a quien ha dado tú pico, pues Satoru pasa por lo mismo y Tsukasa puede que igual. Pero este tema queda apartado por un instante, cuando Hiroki descubre por medio de aquella conversación, que son los vigías, para que sirven y que él todo este tiempo ha sido vigilado por estos, en nombre de la “compañía”. Ahora giramos la historia a otro desempolve del pasado, él de Katsuragi, quien a parte de tener una crianza de bastardo con su rara familia, ha crecido con un fetiche asociado a la soledad… el amor por muñecas y para llenar ese vacío, permitió que usarán su cuerpo como le placiera a un maníaco de los gatos. Por algún tipo de manipulación, observamos las mariposas del pico de Hayashi, a la vez que los dos vigías Jin y Ron vigilan las acciones de los PET Hiroki y Katsuragi. Pero ¿Cómo dio Tsukasa con el paradero de Hayashi? ¿Hayashi es quien le dio el pico a Tsukasa? ¿Esa mirada algo morbosa de Tsukasa es por su afán de estar junto a Hayashi?
Que puedo decir de tan extraño capítulo y para nada decepcionante, Tsukasa nos ha dejado más dudas y misterios que antes, Hiroki es un chico segado por su atracción a Tsukasa, Satoru no tiene idea de lo crucial que es él en este momento, Katsuragi tiene el trauma más retorcido de todos y Hayashi está siendo deseado por muchos y odiado por otros. Ahora sabemos que otros PET pueden ser vigías, también tenemos claro que aquella herramienta es la mejor a la hora de salir de apuros y tratar de dispersar a tus enemigos, ya que los oídos son más fuertes cuando se alimentan de información. El deseo de ver cada capítulo crece aún más y la preocupación por futuros corazones rotos no se hace esperar, solo puedo decir… Temo por Hiroki.